martes, 17 de julio de 2012

Cuida tus ojos y los de tus hijos si van a exponerse al sol


No sólo la piel necesita estar protegida de las radiaciones ultravioletas del sol. Los ojos también están expuestos y hasta son más sensibles por lo que pueden sufrir daños y lesiones, tanto a corto como a largo plazo. De ahí la importancia de que uses lentes para el sol. Descubre más detalles sobre cómo proteger tu vista para que puedas disfrutar un mundo a todo color.
Las radiaciones ultravioletas del sol son las responsables del cáncer de la piel, por eso es tan importante que uses protector solar, aun en invierno y cuando está nublado, pues estos rayos son capaces de atravesarlo todo, hasta el vidrio.
Del mismo modo, los rayos ultravioletas pueden dañar los ojos (¡que son hasta 20 veces más sensibles que la piel!) y provocar problemas permanentes en la vista, tanto a corto como a largo plazo.
Luego de pasar un día en la playa, por ejemplo, es posible que tus ojos se vean rojos, hinchados y estén sensibles a la luz. Eso se debe a lo que se denomina fotoqueratitis, que no es más que una quemadura de sol en los ojos. Y ese es sólo uno de los daños que pueden causar las radiaciones a tu vista, que en los casos más severos pueden ocasionar pérdida de la visión en menos de 48 horas.
A largo plazo, las radiaciones pueden provocar cataratas (cuando el cristalino se pone opaco y la vista se vuelve borrosa), degeneración macular relacionada con la edad (una de las principales causas de ceguera en las personas mayores), una enfermedad que se conoce como “ojo del surfista” (que médicamente se llama pterigio o pterigion y es un crecimiento de tejido anormal dentro del ojo, que causa ardor e irritación) y hasta se puede desarrollar cáncer ocular.
¿De qué modo puedes proteger tus ojos del sol? Usando lentes con protección contra los rayos ultravioletas A y B (UVA y UVB). Y tal como ocurre con el protector solar para la piel, también es importante que uses los lentes de sol en invierno, sobre todo si estás en lugares en donde hay nieve.
En algunos países, el servicio del clima indica la cantidad de radiación en cada ciudad, lo que permite conocer cuántos rayos UV llegarán a la tierra y, de ese modo, puedes saber si es necesario que uses los lentes o no.
Sin embargo, esto no existe en todas partes y puede que no sepas cómo tener acceso a esa información. Por eso, lo mejor es ser prudente y que te cuides del sol, usando protección y evitando exponerte a los rayos en los horarios que son considerados peligrosos (recuerda que las camas solares también emiten radiaciones).
Los niños también deben cuidarse
Al igual que los adultos, los niños y los adolescentes que estarán expuestos a las radiaciones durante muchas horas también necesitan proteger sus ojos, y aún más. Por ejemplo, el cristalino de un niño es casi transparente hasta los 10 o 12 años. Y en el caso de los menores de 12 meses, hay que evitar exponerlos directamente al sol.
Además, es muy importante que recuerdes que los lentes no son para jugar. Muchas veces los padres compran lentes porque son coloridos o porque tienen la imagen de algún personaje de película entretenido, pero estos productos no brindan ninguna protección a la vista (por el contrario, la ponen en peligro): es fundamental que las gafas de sol infantiles, al igual que las de los adultos, estén aprobadas y brinden una protección real contra los rayos UV.
Para brindar una buena protección, los lentes deben llegar a los 400 nanómetros (esta es una medida que es la mil millonésima parte de un metro). Esto puede ser verificado (comprobado) fácilmente con un aparato llamado uviómetro (un aparato para medir las radiaciones ultravioletas). Si tienes dudas, pídele a optometrista o a tu oftalmólogo que corrobore si los de tus niños y los tuyos tienen la protección correcta.
Además, los lentes para los niños deben tener un buen sistema que los sujete (para que no se les caigan mientras están jugando) y deben estar fabricados con materiales resistentes, como las lentes de policarbonato que no se rompen.
¿Ya tienes tus lentes listos? Pues es hora de que empieces a incorporarlos en tu vida, al menos en los momentos de mayor exposición al sol, tanto en la playa (sobre todo, si la arena es blanca) como en la montaña.
A la hora de elegirlos, recuerda que no es necesario que sean lentes caros pero sí que te den garantías de calidad y de que en verdad te protegerán contra los rayos ultravioleta (UV) de ambos tipos (A y B).
Si no estás seguro(a), consulta en la óptica o con un oftalmólogo para que pueda asesorarte según la disponibilidad de productos en la zona en la que vives para que protejas tus ojos.
Imágen © iStockphoto.com / Andreas Rodriguez

viernes, 11 de mayo de 2012

Algunos medicamentos para el tratamiento de la osteoporosis pueden dañar la vista


Una investigación reciente ha detectado que medicamentos que se toman frecuentemente por vía oral (tomados) para prevenir o retrasar el desarrollo de la osteoporosis, podrían provocar problemas en los ojos que, si avanzan y no son tratados de manera adecuada, hasta pueden resultar en la pérdida de la visión.
Como siempre decimos, hay que tener mucho cuidado con todo lo que tomamos. Tratando de curar una condición, se puede afectar a otro órgano. Así lo demuestra, por ejemplo, un nuevo estudio publicado en la edición del 2 de abril del medio CMAJ, según el cual algunos medicamentos que se usan para prevenir o retrasar el desarrollo de la osteoporosis podrían dañar la visión.
Por lo anterior, es importante visitar por lo menos una vez al año al optómetra y si se hace necesario el profesional puede remitirlo al oftalmólogo, lo importante es cuidar sus ojos. 

La salud de tus párpados es importante. ¡Cuídalos bien!


Cada parte del ojo cumple su función especial. Así, los parpados también tienen la suya. Por eso es importante conocer los distintos problemas que pueden afectarlos, para poder detectarlos lo antes posible y acudir a un optómetra para recibir el tratamiento adecuado de inmediato.
No todos los problemas de los ojos se relacionan con la vista. Algunos tienen que ver, por ejemplo, con los párpados, que ayudan a proteger a los ojos: los humedecen y los limpian del polvo, la suciedad y otras partículas. Y esto no es un tema menor, ya que puede tratarse de cuestiones más o menos serias, que en general, requieren de atención especializada.

martes, 27 de marzo de 2012

¿Sabes qué es y para qué se hace un examen de agudeza visual?

Si te cuesta leer los letreros a la distancia mientras estas conduciendo o se te nubla la vista al mirar la pantalla de tu monitor, es posible que tengas algún problema de visión. ¡Pero no te alarmes! Una sencilla prueba de la vista puede aclarar tus dudas y permitirle al médico indicarte un tratamiento adecuado, si es que lo necesitas. En este artículo, te contamos qué es y para qué se hace un examen de agudeza visual.

martes, 13 de diciembre de 2011

Salud Visual

El ojo avisa: síntomas que anuncian otras enfermedades

A los ojos les llaman el espejo del alma, pero pueden ser mucho más que eso. Analizados por un médico, pueden ser la ventana que descubra ciertos síntomas que delatan otras condiciones en el cuerpo. Aunque te parezca extraño, muchas enfermedades se manifiestan a través de los ojos, como la diabetes y algunos problemas del corazón. Aquí te contamos otros ejemplos, para que estés atento y no descuides tu visita anual con el optómetra!. ¡Qué útiles e importantes son los ojos! ¿Te imaginas un día sin ellos? Trabajan para nosotros constantemente, permitiéndonos ver el mundo a nuestro alrededor. También tienen su propio “lenguaje” ya que sin decir una palabra, pueden expresar alegría, dolor y enojo. Para un especialista entrenado, los ojos pueden incluso decir mucho más: no solamente mostrarán síntomas de condiciones que los afectan directamente, como el glaucoma o las cataratas, también pueden mostrar señales relacionadas con algún otro trastorno de salud, como la diabetes o problemas en el corazón. Pero esto no es lo único. Los ojos pueden permitir ver otras enfermedades sistémicas (de otras partes del cuerpo), como aneurismas, el VIH, el cáncer y otros problemas hereditarios. Por eso es importante hacerse controles periódicos de la visión, sobre todo después de los 40 años de edad (o antes, si en tus antecedentes familiares hay miembros que tienen o han tenido problemas en la vista). Las visitas periódicas con los especialistas que se ocupan de la salud de los ojos (optómetra u oftalmólogos), permitirán detectar las señales que delatan este tipo de trastornos, y que solamente ellos saben interpretar. Pero hay otras señales en los ojos que son visibles para todos. Por ejemplo, presta atención a los siguientes síntomas que pueden alertarte a un problema de salud: • Ojos amarillos • Ojos saltones • Ojos enrojecidos • Ojos de diferentes colores o heterocromia • Párpados caídos o ptosis • Irregularidades de las pupilas • Ojo turbio o un ojo más grande que otro • Ojo cruzado o perezoso (ambliopía) De nuevo, si notas algo extraño en el color, el brillo o la forma del ojo de tu hijo, no dejes de consultar con un especialista. En el caso de los adultos: si tienes 40 años de edad o más o si algún miembro en tu familia sufre o ha sufrido problemas en la vista, no dejes de ir a consultas periódicas con el oftalmólogo, para que te examine y para que pueda orientarte sobre el cuidado de tus ojos. Así podrá detectar cualquier condición, antes de que se complique sea más difícil de solucionar.

Donde hay más posibilidades de sufrir accidentes visuales?

Según datos proporcionados por la Academia Americana de Oftalmología y la Sociedad Americana de Traumas Oculares, el 44.7% de todas las lesiones en los ojos ocurren en el hogar y las cifras van en aumento. Más del 40% de todas las lesiones oculares son causadas por proyectos y actividades como reparaciones caseras, trabajo de jardinería, limpieza del hogar o incluso, cocinar. Más de la tercera parte (un 34.2%) de las lesiones en el hogar ocurrieron en áreas como la cocina, el dormitorio o la sala de estar. Más del 78% de los lesionados no estaban usando ningún tipo de lente y/o gafas (para la visión o como protección) en el momento cuando ocurrió el accidente. De los que reportaron que estaban usando algún tipo de lente y/o gafas, solamente un 5.3% estaba usando lentes de seguridad o deportivas. Tomando medidas para evitar las lesiones Estos son sólo algunos ejemplos comunes. Veamos ahora qué puedes hacer para evitarlos. Es muy importante, según aconseja la Academia Norteamericana de Oftalmología, que en cada hogar haya un par de gafas protectoras que todos deben usar al realizar reparaciones caseras, usar productos químicos para la limpieza, y hasta cuando los niños preparan proyectos escolares en los que están en contacto con pegamentos y pinturas que accidentalmente puedan entrar al ojo al restregarse la cara con las manos sucias. Pero hay más que puedes hacer: Lee cuidadosamente las etiquetas de los limpiadores y químicos para saber cómo usarlos apropiadamente. Usa las gafas protectoras y usa guantes al aplicarlos. No mezcles productos para evitar reacciones que puedan ser peligrosas también para tu piel y tus pulmones. Asegura las alfombras para evitar caídas. Ten mucho cuidado con los objetos puntiagudos. Evita que los niños los manejen, especialmente los cuchillos y las tijeras. Cuidado con los extremos puntiagudos de los muebles, como las mesas de centro, especialmente si en el hogar hay niños y ancianos. Antes de cortar la hierba (césped o pasto), retira las piedras o cualquier tipo de basura que pueda saltar o salir volando, convirtiéndose en un proyectil. Al usar una botella con spray (aerosol), asegúrate que la boquilla apunte en dirección contraria a ti. Ten cuidado al freír. Si no tienes un protector para la grasa para usar sobre la sartén, usa gafas protectoras mientras lo haces. El sol también puede dañar los ojos. Si van a estar mucho tiempo en el jardín, especialmente al mediodía o en la tarde, usen gafas de sol. ¿Van a nadar a la piscina? Protejan también sus ojos con las gafas plásticas para que el cloro del agua no los irrite. Un poco de precaución llega muy lejos. Hasta el 90% de las lesiones puede evitarse si se protegen los ojos adecuadamente con las gafas protectoras (las puedes adquirir en ferreterías, farmacias o tiendas que vendan productos para el hogar). Ten en cuenta que a veces no basta que se proteja el que realiza la actividad sino los que están a su alrededor. Muchas veces los niños observan a sus padres mientras realizan alguna reparación casera u otra labor. Ellos también están en peligro de lesionarse con astillas o partículas de madera, si observan, por ejemplo, cuando papá está cortando una rama o taladra un agujero en la pared. Haz que se mantengan su distancia o que también usen gafas protectoras. Las lesiones en los ojos pueden tener consecuencias serias y hasta se puede perder la visión. Si se produce un accidente, busca ayuda médica de inmediato en la sala de emergencias más cercana. Para que nunca tengas que pasar por esa experiencia, considera a un par de gafas protectoras, como una de las mejores inversiones que puedes hacer. Ten un par en la cocina y otro en el sitio donde guardas las herramientas. Así las tendrás siempre a mano. Explícales a otros miembros de tu familia los riesgos que corren y anímalos a usarlas cada vez que trabajen en el jardín, o en un proyecto escolar por inofensivo que parezca. Que no se te olvide: ¡mujer precavida vale por dos!